Industria

DGAC sobre incidente del vuelo de Latam: “El asiento de la cabina inició un movimiento involuntario hacia adelante”

Previo al informe final, el foco de la investigación del organismo al hecho que afectó al vuelo entre Sydney y Auckland está puesto en la condición e historial del asiento del capitán. Y descartó efectos meteoreológicos.

Por: Magdalena Espinosa | Publicado: Jueves 11 de abril de 2024 a las 04:00 hrs.
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Un movimiento “involuntario” detectó la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) en el accidente del avión de Latam Airlines del 11 de marzo pasado, en el tramo entre Sydney, Australia, y Auckland, Nueva Zelanda, escala del vuelo que tenía como destino final Santiago.

A inicios de abril, el regulador aéreo chileno publicó el informe preliminar de la investigación del polémico vuelo LA800 que dejó a 13 personas heridas y sembró dudas sobre la seguridad de los modelos 787 Dreamliner de Boeing, utilizados generalmente para destinos de larga distancia.

Y si bien todavía no se publica el resultado final, el director de prevención e investigación de accidentes aéreos de la DGAC, Claudio Pandolfi, relató en el documento preliminar que en la investigación se descubrió que durante el vuelo “el asiento del lado izquierdo de la cabina, con el capitán sentado en él, inició un movimiento involuntario hacia adelante”.

Relato de los hechos

Hace más de 16 años que Pandolfi se dedica a la investigación de accidentes aéreos. Y en su informe de ocho páginas, el militar explica que alrededor de las 16:00 hrs de Nueva Zelanda, el equipo de vuelo compuesto por el capitán, el primer oficial y siete tripulantes, a cargo de 263 pasajeros a bordo, se encontraba a 41.000 pies de altura cuando “tuvo un descenso brusco no intencional, el cual pudo ser recuperado por la tripulación”.

El profesional no emite detalles del asunto “por motivos que son materia de investigación”, aseguró.

No obstante, en ninguna parte del estudio hace mención a problemas técnicos de la aeronave. “La tripulación de vuelo no sobrepasó las cargas positivas o negativas permitidas por el fabricante, para este tipo de condición de vuelo, cuando la aeronave entró en una condición de descenso involuntario y bajó unos 400 pies aproximadamente”, expresó.

Respecto a posibles problemas atribuibles al modelo de Boeing que está bajo la lupa de las autoridades, Pandolfi fue escueto: “Los antecedentes de mantenimiento de la aeronave se encuentran incorporados a la carpeta investigativa, los cuales, están siendo analizados por la Junta Investigadora”.

Claves del análisis

¿Qué sucedió en esos segundos cuando el capitán se inclinó involuntariamente hacia adelante? Todavía es un misterio. Sin embargo, según lo que se interpreta del informe de la DGAC, el centro de la investigación gira en torno al análisis global de las condiciones en las que se desarrollaba el vuelo, dentro de lo cual la autoridad aérea chilena descartó la existencia de  factores climáticos que pudieran haber afectado al avión. “Las condiciones meteorológicas en la ruta, al momento del suceso, no fueron factores causales ni contribuyentes en la operación”, concluyó Pandolfi.

En el aeropuerto ubicado en Auckland, la Comisión Investigadora de Accidentes en el Transporte (TAIC) de Nueva Zelanda entregó a la DGAC información sobre relatos de toda la tripulación involucrada en el suceso, incluida la propia cabina de la aeronave. Adicionalmente se obtuvo información técnica de mantenimiento de la aeronave involucrada y el historial de sucesos “asociados a asientos de cabina”, dijo el profesional.

Con respecto a Boeing, se obtuvo información técnica de boletines y cartas emitidas por el fabricante de la aeronave y el operador, referidos a la “condición del asiento involucrado en el accidente”.

La DGAC manifestó que se mantienen diligencias en proceso con la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de EEUU, a la cual se le ha solicitado información y coordinaciones con la Administración Federal de Aviación (FAA) y el fabricante Boeing referidas al asiento y el equipo del modelo.

Latam Airlines cuenta con una flota de 335 unidades, de los cuales 58 son aviones de pasajeros Boeing, entre modelos 767, 777 y 787. No han informado ceses de uso de este tipo de aeronaves.

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